La escuela requiere efectuar la construcción mediante técnicas sostenibles, pero a la vez el presupuesto es muy reducido. Se definen tres volúmenes independientes, interrelacionados entre ellos y con el edificio principal a través del jardín, a la vez que dan la espalda a la calle, evitando ruido y visuales. En el edificio principal se realiza una ampliación para acoger una zona para las familias, además de su redistribución y reforma.

Tras algunas propuestas de construcción con bloque de tierra comprimida y con madera, la comunidad educativa decide construir con bloque cerámico y hormigón armado, usando en el interior materiales naturales para dotar los ambientes de calidez. Se apuesta porque los espacios interiores estén en simbiosis con el jardín, y que a la vez se pueda experimentar recogimiento.