Entre el salón-comedor y la cocina había dos arcos y un pilar que la propiedad quería eliminar. Se realizaron catas se vio que los arcos no eran originales y que el pilar central escondía un perfil metálico que servía de apoyo a la viga parteluz, que había sido colocada para evitar que las vigas de madera se deformasen al derribar algún tabique original entre las dos medianeras de carga.

Se decide mantener la viga parteluz y sostenerla mediante un apeo. Al descubrir el forjado original se valoró su recuperación, pero el coste no es asumible y se opta por dejarlo visto sin recuperar el estucado.

Se rehabilita el antiguo paso entre las dos plantas ubicado en el descanso de la escalera y se tapia uno de los accesos desde la calle. En planta piso se abre un lucernario de las mismas dimensiones y sistema que el existente, para iluminar la zona de juegos. Se descubre bajo el pavimento existente un antiguo pavimento hidráulico que se recupera, dado su buen estado de conservación y un trabajo delicado en obra.